Ilusionada y nerviosa estreno blog como plataforma para mostrar al mundo mis proyectos, colaboraciones, creaciones, visiones, inspiraciones y un poco de mí misma.
Nada mejor para inaugurarlo que presentando mi proyecto más importante hasta la fecha, tanto por su envergadura como por su relevancia a nivel personal, ya que con él finalicé mi etapa educativa y es el último de mis proyectos como estudiante. La Rehabilitación y ampliación de una nave industrial construida a principios de s. XX para albergar un centro de interpretación de la cultura cinematográfica y la sede del festival internacional de cine SEMINCI, en la ciudad de Valladolid, desarrollado como Proyecto Fin de Carrera, en la Universidad de Valladolid.
Este proyecto fue una gran oportunidad para experimentar entre dos mundos: la arquitectura de lo nuevo, lo contemporáneo y técnico, con mil soluciones disponibles y totalmente libre, conceptual como técnicamente en su desarrollo, en contraposición con la arquitectura tradicional industrial, existente e invariable, cuya belleza, presencia y valor se fundamentan precisamente en su edad y su historia.
La gran dificultad, bajo mi punto de vista, recaía precisamente en los puntos en que nuevo y viejo entran en contacto y en el diálogo, volumétrio, material y espacial, entre la construcción existente y la propuesta de ampliación.
La idea generadora del espacio interior tenia como objetivo la creación de un espacio fluido, un líquido que, desde el corazón de la nave existente, se expande sin continente, no dejándose frenar ni por los propios límites de la parcela. De esta forma, la totalidad del espacio disponible se coloniza en las tres direcciones del espacio, para que desde el centro, a modo de tapiz, acabe ocupándolo todo. El espacio nuevo no sustituye al existente, sino que se mezcla con él para dar lugar a uno nuevo y disferente, basado en la configuración original de la fábrica industrial.
Pueden distinguirse dos tipos de recorridos. Por una parte, el recorrido principal, que organiza y vertebra todo el espacio interior en una sucesión de areas fragmentadas de diferentes usos. Es precisamente el recorrido el que da unidad a todo el conjunto, convirtiéndolo en un unico espacio total. El recorrido nace, se desarrolla y se funde con los diversos espacios funcionales para dar lugar a un verdadero viaje interior, introspectivo, donde las sensaciones y los sentidos se moldean con los elementos principales de la arquitectura. Se configura como un viaje interior de la persona que lo experimenta, dejándose influir por los cambios y contrastes que se van produciendo, y que te empujan a seguir avanzando en su interior para descubrir qué viene a continuación. Contrastes de espacios, cambios de estructura o proporciones del espacio como herramientas para manipular la percepción, donde la luz, la vista, el olfato o el tacto hacen que cada persona y en cada nueva oportunidad tenga una experiencia, sensación y percepción diferentes.
Por otra parte, los recorridos funcionales, definidos transversalmente al recorrido principal, son zonificados y especializados por usos y horarios, respondiendo a las necesidades propias e independientes de cada usuario diario en cada parte del edificio. Se caracterizan por su rapidez, eficacia y sectorización, ya que en ningun momento entran en contancto con otros de la misma categoría que ellos. Recogen una amplia gama espacios, desde un restaurante hasta un estudio de grabación, biblioteca o cine, y dependiendo de su uso asignado, tienen un caracter y unas dimensiones diferentes, atendiendo a la privacidad de su uso y a las necesidades y el volumen de visitantes que alberga cada uno de ellos.
La idea generadora del proyecto no sólo guían el caracter de los distintos elementos de la ampliación, sino que van a definir cada uno de los estados de desarrollo, desde las escalas más generales hasta la definición y resolución constructiva de los diferentes espacios.
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